Díario de Viajes: Día 48

 Día 48: Explorando la ciudad de Pula 

7/21/2025





    Cuando me levanté a las dies de la mañana, ya tuve un plan listo para lo que iba a hacer hoy por lo que toda la ciudad se puede ver en solo un día. Calmadamente después de prepararme fui al mercado de la ciudad para ver lo que podía comer, por lo que encontré una panadería donde hacen pastillos y diferentes comidas horneadas croatas. Me comí una dona típica rellena de chocolate y un pastel de pollo. Subí hacia la parte de arriba del mercado, la cual parece al mercado de Budapest pero mucho más pequeño y con mucho menos bullicio, y me tomé un café de un bar donde solo aceptan efectivo, así que cuando vayas a Croacia y quieres un café traete efectivo por sea caso. 





    Después del desayuno regresé al hostal a descansar un poco y ya a las dos de la tarde estaba de camino a mi primer destino: el castillo ciudadela de Pula. De camino hacia el castillo hice un detour rápido para ver el teatro pequeño romano de Pula. Este teatro, a diferencia del gran anfiteatro que está cerca, es de un diseño siguiendo la tradición griega con las gradas de forma de semicírculo, el coro en la parte de abajo y la tarima que en un tiempo tenía su escenografía. En el complejo del teatro puedes caminar por las ruinas del edificio hechos de piedra local adriática, y puedes subir a las nuevas gradas de metal para ver las vistas de la ciudad y el puerto, aunque no tan buenas como la ciudadela, puedes ir a verlo gratis y no tener una mala experiencia. 




    Ya visto el teatro ya era hora de ir a la ciudadela. Caminé por una calle residencial más arriba en el casco antiguo de la ciudad, la cual puedes encontrar varias iglesias, una que se está usando como museo y otro de estilo gótico que es parte de un convento. Viré hacia la derecha a una escalinata que subía hacia el castillo, donde hubo dos muchachos fumando cigarillos. Cuando pasé uno de los muchachos me fronteó hablando algo en croata, pero era más de broma y no algo violento. Por lo que soy demasiado de débil para romperle la cara a dos hombres ya adultos a la vez, seguí caminando hacia arriba y desde una distancia le miré mal la cual uno de los muchachos reciprocó con su mirada: falta mucha madurez y respeto en el mundo.  Después de ese evento ya llegué al castillo, la cual la entrada es cinco euros para un adulto, pero con mi ID de la universidad solo tuve que pagar tres: la única cosa buena de estudiar en la iupi. 




    La ciudadela fue construída en el siglo XVII durante la ocupación veneziana de Istria, la cual fue renovado por un arquitecto francés en el estilo renacentista, una fuerte simple con cuatro baluartes y revellines protegiendo cada pared. Adentro de la ciudadela puedes encontrar varias exhibiciones sobre la historia de la fortaleza y el sistema de defensa que se ha construído en Istria durante los tiempos del imperio Austro-Húngaro, donde el emperador Franz Joseph quiso la ciudad de Pula como la base principal de las fuerzas navales austriacos. De ese legado viene una sistema sofisticada de fortificaciones de siglo XIX donde puedes encontrar cientos de baterías y baluartes por la costa cerca de Pula, y la industria de construcción de barcos la cual todavía domina el paisaje y la economía de la ciudad. Desde la parte de arriba de la ciudadela puedes encontrar el sistema de túneles y búnkers que se han usado durante las dos guerras mundiales, pero no entré porque quería ver otras cosas y tuve hambre. 




    Para comerme el almuerzo fui otravez hacia el mercado, y encontré este lugar de parilla donde hacen carne a la parilla estilo pincho en un pan de lepinja local, la cual me comí seis pedazos de carne de vaca mezclado con ternera y cebollas al lado, la cual me gustó pero no es la cosa favorita que he comido en este largo viaje. Con mi barriga llena, fui otravez hacia el casco antiguo para ver lo que hay. Primero pasé por el arco romano de Sergii que da hacia la calle principal, un arco simple de órden corintio con ornamentos, no tan grande como otros arcos triunfales que encuentras en otras ciudades romanas. La calle de Sergi actua como la calle principal del casco antiguo, donde vas a ver todas las tiendas turísticas vendiendo suvenires y camisetas baratas y de baja calidad, y restauranes italianos para tursitas que creen que Istria es parte de Italia. Al fin de la calle vas a encontrar la plaza principal de la ciudad.




    En la palza del foro, puedes encontrar edificios que tienen más influencia local por lo que mucho de la fábrica urbana de la ciudad es de los austriacos y los yugoslavos. Los edificios del lugar están hechas de piedras locales, lo mismo que los edificios romanos antiguos que encuentras por la ciudad entera. Estos edificios tienen la influencia veneziana la cual tiene ventanas con arcos góticos y edificios con porticadas y techos de viguetas de madera. El edificio que marca la época veneziana de la ciudad es la antigua logia que ahora es la alcaldía de la ciudad, un edificio simple con una porticada de columnas y arcos con un piano nobile encima. Al lado de la logia encuentras el templo de Augusto, uno de los edificios romanos mejores preservados que he visto en persona, y probablemente de Europa en general. Es un templo romano pequeño con una fachada corintia con sus columnas de flores de acanto y su friso simple. Solo se compone de un pronaos en la fachada y un naos, ejemplo de la abstracción de la arquitectura griega por los romanos. Puedes sentarte en las escalera y bajo el pronaos del templo y sentir los miles y miles de años de historia bajo de tí. 




    Después de la plaza del foro caminé unos bloques hacia abajo y encontré el duomo o catedral de la ciudad. La catedral de Pula es un edificio de basílica romana construída en el siglo V después de cristo la cual tiene una intervención en forma de una fachada barocca. Al lado del catedral ves el campanario de la igleisa, la cual similar a Venezia está separado de la igleisa, y tiene arquitectura similar a la del campanario de San Marco con su torre alto y ventanas de arcos de medio punto. El intrior del catedral es bastante simple por lo que los paredes no están ornamentados, y solo hay vitrales y unas capillas pero los vitrales también son bastante simple. Probablemente por razones económicas estas iglesias no van a estar tan ornamentadas como en Italia o Francia. Cerca de la catedral se encuentra el museo de prostor Sveta Srca, una iglesia convertida a un museo de arte donde están exhibiendo piezas del museo de arte de Zagreb, que está bajo construcción, y puedes entrar a la igleisa gratis para ver las piezas. 




    Mi última parada por el día fue la igleisa de San Antonio, una iglesia cerca de la arena de Pula donde por su camino puedes subir al lado de las paredes monumentales del coliseo, y subir unas escalinatas para alcanzar la iglesia la cual su pórtico tiene buenas vistas de la bahía. La iglesia en su interior parece demasiado a una igleisa de Puerto Rico, por lo que tiene los mismos materiales y capillas que vas a encontrar en una iglesia típica en una ciudad grande en la isla como San Juan, Ponce o Arecibo, la semejanza se vendió para mi cuando vi que el altar estaba cubierto de un fresco moderno que no coincide con la estética del resto de la iglesia. Cuando ya visité la iglesia bajé hacia el hostal para cocinarme la cena: unos huevos revueltos con puré de tomate. 





    Aburrido, decidí pagar dieciseis euros para inscribirme en un “pub crawl”, algo que nunca he hecho, la cual básicamente es un  jangueo pero tu pagas a la guía para que puedas entrar a los diferentes bares y clubes, tener shots gratis y jugar juegos proveídos por la guía. Es probablemente una de las experiencias de jangueo más divertidos que he tenido en mi vida por lo que la compañía estuvo bueno y los bares tenían buenas bebidas por barato. Fuimos primero a dos bares en la ciudad antigua la cual la primera jugamos “beer pong”, y la segunda jugamos jenga donde si haces el torre caer tienes que tomarte una cerveza entera sin parar: ese honor le toco a mí. Después de otro bar fuimos a un club que está al lado del puerto. Aunque era lunes y el club no estaba tan lleno, la múscia estaba buena porque no estaba poniendo las mismas veinte canciones que los restos de los clubes en el mediterráneo sureño, y mi grupo trató lo mejor posible de se lo más vibrante. Aunque la fiesta estuvo bueno, decidimos ir temprano y llegué al hostal a las tres y media de la mañana para descansar. 



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