Díario de Viajes: Día 39
Día 39: Museo arqueológico de Heraklio
Visitando el palacio de Knossos, percaté que no te hablan tanto de como vívía la civilización minóica, sino los descubrimientos y restauraciones de Arthur Evans: algo interesante para quien le interesa la arqueología, pero no tan bueno para alguien que está más interesado en la civilización cretense de la era de bronce, para eso está el museo arqueológico de Heraklio. Después de levantar a las dies de la mañana, tomé un café frío en otro lugar que olvidé el nombre cerca de la catedral de la ciudad, la cual estuvo acompañado por un sadwich de jamón y queso y un pancito similar a un bagel.
Después de ir ahí caminé por las calles principales del centro de la ciudad para llegar al museo arqueológico. A esa hora, las dos de la tarde, no había muchas personas comprando boletos o nada, por lo que pensaba que iba a tener una experiencia más tranquila que mi visita de museo pasado: el museo del Acrópolis en Atenas, pero cuando entré, estaba más ocupado que pensé pero manejable. El museo te provee una secuencia de donde ir para ver los objetos de una manera cronológica desde los tiempos neolíticos hasta la era grecorromana, llevándote desde los comienzos hasta el fín de la civilización minóica a la entrada de los griegos antiguos clásicos.
De todas las épocas tiene objetos tales como espadas de bronce, esculturitas de figuras humanas aunque no tan sofisticado como en la era clásica, todavía interesante por su abstracción la cual inspiró muchos artistas contemporáneos. Primero empiezas por la era neolítica donde puedes ver varios objetos de piedra, y más importantemente las figuras de la sociedad cicládica, la cual tienen forma de cabeza plano con una nariz. Después de eso te cuentan con objetos arqueológicos el comienzo de los minóicos como lo conocemos con la construcción de villas y pueblos humildes que contrastan con los magníficos palacios que sabemos de hoy. Los palacios van construyéndose como villas privadas de personas importantes en los pueblos hasta expandirse en complejos grandes de diferentes funciones; la cual se conoce como la era palaciega de los cretenses.
En el área de la era palaciega puedes encontrar una maqueta de madera impresionante del Palacio de Knossos, la cual te deja imaginar como era caminar por los pasillos y los patios centrales que tanta gente identificó como el laberinto que albergaba el minotauro. En las próximas salas después de la sala de la maqueta te explican todo sobre la vida en estos grandes complejos. Como mencioné anteriormente, estos palacios tenían diferentes funciones tales como la inscripción de documentos que identificaban cosecha para el control de la economía, objetos como vasijas que tenían comida y otras cosas que se usaban para grandes banquetes, y artefactos religiosas que ayudaban exaltar el culto a la diosa madre de la sociedad minóica, la cual su famosa escultura agrarrando dos serpientes en sus manos está en exposición en el museo.
El museo estaba bastante calmado y estaba viendo las exibiciones con detalle hasta que vi un sinúmero de gente entrar a la sala. Parece ser que cuatro grupos de tour de más de quince personas entraron al museo a la misma vez, aconglomerando las salas de exibiciones en donde turistas te paraban en el medio para tomar una foto boba de los diferentes artefactos. Si vas a ver un museo porfavor no vas ahí para tomar fotos, quédate un rato admirando estos objetos de miles de años de edad: es mejor venir a tu cuenta y leer los textos en las salas con toda la calma en el mundo para imaginarte en la posición de vivir en la sociedad minóica en la era de bronce. Esperé a que todos los cuatro grupos se fueran para terminar de ver las exibiciones con detalle para después subir al segundo piso.
El segundo piso se enfoca en la época después de la caída de los minóicos, donde llegaron los griegos de la era arcáica y clásica descendientes de los grupos dóricos que invadieron y remplazaron los micénicos para tener control sobre Grecia. Esto implica que la isla de Creta ha pasado por todas las fases de la historia de Grecia antigua, incluyendo la era clásica con los diferentes ciudades estados, la era helenística resultado de la muerte temprano de Alejandro Magno, y el imperio Romano la cual tuvo una presencia en la isla. Todos los artefactos de estas eras como las esculturas, objetos, y más importante las monedas cretenses famosos en el mundo grecorromano están en exibición. También en el segundo piso se encuentran los famosos frescos minóicos de la era palaciega, las cuales incluyen el fresco de las tres mujeres, y el príncipe de los lirios, un fresco de un hombre con un sombrero de plumas. Estos frescos me captaron la atención por la expresión de sus imagnenes en un estilo minimalista con colores azules y rojos vibrantes donde ves la influencia de las diferentes sociedades del mediterráneo, la más importante siendo Egipto.
Cuando bajas otravéz al primer piso hay una sala de esculturas clásicas de la era Romana y Helenística donde puedes ver bustos de emperadores y estatuas de dioses. Estas estautas son las mejores preservadas que he visto en cualquier museo, por lo que casi todas están intacto sin ninguna intervanción de cualquier artista renacentista o barocco. Probalbemente la escultura más famosa de todos ellos son la esculturas de Hades y Perséfone representado como deidades egiptos, un culto bastante famoso del imperio romano resultado de la mezcla de culturas en la era ptoloméica. Otra estatua que se destaca es uno del emperador Trajano con su vestimenta militar decorado con cúpidos y simbología religiosa, solo falta su cabeza pero el hecho de que la estatua está casi intacta me impresionó grandemente. Quería quedarme más pero estaba mareado por hambre así que fui del museo para comerme algo.
Me comí un plato de Giros la cual estuvo bien bueno, me lo llevé al hostal para guardarlo en la nevera para irme a ver el atardecer encima de los baluartes de los muros baroccos de la ciudad. Caminé en el parque encima de los muros encontrando el baluarte al lado del mar para sentarme ahí, pero esa área estaba cerrada así que tuve que hacer una buena caminata para llegarle a la playa al lado de la entrada occidental de la ciudad. Me senté ahí para ver el atardecer hasta que era hora para regresar al hostal para prepararme a irme el día siguente. Comí el resto de los Giros y senté en el “rooftop” del hostal tocando música hasta las once de la noche, la cual me acosté temprano para cogerme un descanso a diferencia de muchas noches de jangueo y salidas. Estaba emocionado para llegarle a Rethinmo para disfrutar de mi primer cuarto privado desde mi último día en Sicilia.
Interesante🤩
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