Díario de Viajes: Día 38

 Día 38: Palacio de Knossos

7/11/2025




     Cuando llegué al hostal dormí otros cinco horas, me levanté a las nueve de la mañana preparado para explorar la ciudad y por la tarde el famoso palacio de Knossos, pero primero tuve que hacer diligencias tales como lavar mi ropa. Después de tomarme un café en un local llamado Koul microbakery, la cual tenían cafés y pasteles de desayuno por precios baratos, la cual me sorprendió por la atmósfera del local: si esto fuera en San Juan el café me costaría once pesos. Después del café fui a la lavadería para lavar mi ropa. Como era mucho tiempo de espera decidí dejar la ropa lavarse por un rato mientras exploraba los alrededores de mi vecindario. 



    
    Cerca de la lavadería quedan los muros renacentistas de la ciudad de Heraklio, la cual se conocía como Candia durante la ocupación veneziana de la ciudad. Por muchas de las puertas puedes ver simbología de la república mercantil de Venezia tal como el león de San Marco, y diferentes escudos de la ciudad marítima. Encima de los muros queda un paseo lineal con árboles y diferentes parques pequeños que hacen parte de un todo. En el baluarte sur de la ciudad antigua puedes ver una vista espectacular de la ciudad de Heraklio y las montañas que lo rodean, donde la ciudad con sus condominios blancos y iglesias antiguas se parece hundir hacia el mar mediterráneo. Después de admirar las vistas fui hacia la lavadería para poner la ropa en la secadora, la cual tardó otros cincuenta minutos así que bajé hacia el puerto antiguo de la ciudad. 




    En el puerto antiguo puedes ver los restos de los almacenes antiguos venezianos, la cual están hechos de piedra articulado en bóvedas de cañón. También quedan los restos de los astilleros donde cosntruían barcos tal como lo hacían en Venezia. Al fin extremo del puerto antiguo está el castillo Rocca a Mare, una fortificación de los principios del siglo XVI la cual es un buen ejemplo de fortificaciones renacentistas tempranas, la cual están construídos con muros curveados y bajos para protegerse de las armas de fuego cual eran nuevos durante esa época. En los muros del castillo todavía puedes ver tallados del león de San Marco, el símbolo de Venezia, aunque parte de ella está destruída probablemente después de la ocupación otomana de la ciudad. Desde esa fortaleza puedes ver buenas vistas del mar y la costa de la ciudad. 




    Después de guardar toda mi ropa y comerme un almuerzo del supermercado, era hora de visitar el famoso Palacio de Knossos. Desde el centro de la ciudad cogí el bus número dos para llegarle al sitio arqueológico, la cual queda media hora del centro de Heraklio. Aunque compré el billete en línea, no era necesario por lo que pude caminar directamente al sitio sin ninguna espera o bullicios que encuentras en otros lugares famosos en Europa. De camino al palacio vi por la primera vez pavos reales con sus colas grandes con plumas sofisticadas, y sus plumas azules, hacen un sonido bien ruidoso así que no lo puedes faltar cuando estés ahí. Después de cinco minutos de caminata llegué al complejo de lo que queda del palacio de Knossos. 




     El palacio de Knossos es un complejo real de los minoicos, la sociedad que habitaba la isla de Creta durante la era de bronce, consdierado una de las sociedades pioneras de Grecia antigua. Fue construído entre el 1700 y 1500 antes de cristo, donde el tiempo se divide entre el palacio viejo, y el palacio nuevo que fue construído después que el palacio original se destruyera. De ese sitio y mucho más se encontró muchos artefactos importantes para entender la sociedad minoica, tal como los frescos que decorcaba el palacio, vasijas grandes detalladas y fiugras que servían como artefactos religiosos. Fue descubierto en el siglo XIX, la cual fue excavado poco a poco, y en el siglo XX fue el lugar preferido del arqueólogo británico Arthur Evans, quien estableció las primeras teorías sobre el uso del palacio, y decidió recosntruir partes de ella en hormigón para dar una imagen de lo que el palacio parecía. 




    Cuando se descubrió el palacio, pensaban que era el famoso laberinto del rey Minos, el lugar que albergaba en minotauro. De ese mito es lo que se llama la sociedad cretense de la era de bronce: minoico. Travesando por la secuencia del palacio me hizo entender porque pensaban que el palacio era el laberinto de Minos, por lo que circulaba de cuarto a cuarto de una planta orgánica donde expandieron el palacio por los tiempos para abastecer sus neccesidades. Pasar por las diferentes cámaras todo con arquitectura diferente y con plantas únicas, creado para una función pensado al momento y no planificado por un arquitecto o construidor fue una experiencia muy agradecedora para mí porque me encantan las secuencias complicadas y sorpresas en la arquitectura. El palacio tiene muchos cuartos uno encima del otro por lo que el palacio llega a cinco pisos en algunos lugares la cual son conectados a patios centrales con escalinatas que conectan los diferentes cuartos de uno a otro. También como mencionado hay muchos pasillos aleatorios que te llevan a las diferentes cámaras. 




    Hay cuartos mejores preservados que otros por lo que sufrieron de la reconstrucción de Arthur Evans, que te da una imagen de como se veía el palacio. La parte recostruída más famosa del palacio es el corredor de los toros, un pasillo de columnas minoicas que alberga un fresco de un salto de toro, una actividad muy importante y característica de la Creta de la era de bronce. Esta reconstrucción se para dominante a la vista del palacio mirando hacia el resto de las ruinas que era una vez un complejo real sofisticado. Cerca al corredor del salto se coloca lo que se llama la sala de tronos, llamado así por una silla de piedra detallada que Evans pensaba que era un trono, pero en ralidad se piensa que era un lugar de rituales. Al otro lado de la sala de tronos cuando pasas por el patio central se coloca la gran escalinata, unas escaleras que van hacia arriba al lado de un patio central que va hacia tres pisos abajo, la cual me impresionó mucho porque imaginé como era atravesar esa escalinata cuando el palacio estaba en su uso, subiendo por los diferentes cuartos y pasillos decorados de frescos. El último cuarto de interés en el palacio es el megaron del rey y la reina, la cual servía como las residencias para la familia real de los minoicos. Este es la parte mejor preservada del palacio, por lo que lo restauraron bien recienmente creo que durante la pandemia, así que todos los materiales y el espacio del cuarto se ve nuevo. En el megaron puedes ver más frescos minoicos la cual son copias de lo que encuentras en el museo arqueológico, y algo que no pensé ver en el palacio de Knossos: volutas catalanas probablemente añadidas después de la restauración del palacio. 




    Después de dos horas de recorrer por todo el palacio regresé a Heraklio para comer cena y eventualmente regresar al hostal. El bus me dejó por la parte este de la ciudad fuera de los muros, por lo que vi que lugares eran buenos para comer. Encontré este restaurán llamado Kapilio, un lugar atravesado por los locales en un barrio tradicional de una ciudad griega con sus condominios y calles angostas. La cocina es pequeña con los sartenes todos puestos encima de uno a otro en una esquina de la estufa, pero es la mejor comida que he tratado en este viaje por precios que uno llora por cuando vives en los Estados Unidos. Me sirvieron un aperitivo gratis, una bruscetta de queso feta seguido por mi plato: bacalao frito con papas fritas, la cual era el mejor bacalao que he comido en mi vida seguido por un postre gratis: un budín con un shot de Tsipouro, un licor que se bebe después de la comida. Ya lleno de la cena regresé al hostal donde a las nueve y media me encontré con varias personas del hospedaje para salir a unos bares a beber. 



     Heraklio tiene muchos bares pequeños en el centro de la ciudad que tienen mucho carácter, pero las bebidas un poco caras después de ir a bares en diferentes ciudades que tienen esas mismas bebidas pero más baratas. Primero fuimos a un bar que queda frente al malecón del puerto viejo donde me tomé un Aperol Spritz de ocho euros, la cual queda al lado de una tienda de cuchillos y navajas la cual el dueño te manda salir del medio de las ventanas. Me imagino para que la gente vea sus espadas o algo, no sé porque tuvo que ser tan anal con solo parar al lado de las ventanas de su tienda. Después de eso le llegamos a un bar de hip hop y r&b donde tomamos unos shots de vodka acompañado por popcorn y frutas. Ya después de eso me quité con las bebidas. Acompañé el grupo hacia otro bar que estuvo chulo, pero no era algo que me sorprendió. Nuestras últimas dos paradas fue un bar de rock donde al principio no estaban tocando rock de verdad, era canciones de pop vestido de rock, pero después tocaron música de diferentes bandas. Después del bar de rock llegamos a otro bar de múscia tecno alemán, la cual no me gusta. Llegamos al hostal a las tres y media de la mañana para ya descansar. 

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