Díario de Viajes: Día 37
Día 37: Último día en Rodas y ferry a Heraklio
En mi último día en la isla de Rodas, no supe qué hacer para matar el tiempo entre el “check out” y el ferry a la ciudad de Heraklio en Creta. Iéndome de mi cuarto arrepentí un poco no quedarme más tiempo por lo que el hostal fue uno de las mejores que me he quedado con su atmósfera social y vívido por la noche en su bar con la televisión puesto de series animadas de los 2000 y 2010. Me tomé un café frío por lo que estaba haciendo bastante calor y me quería refrescar un poco aunque ya estoy acostumbrado a estos calores en mi país. Trabajé en el post de ayer hasta que los amigos que hize la guíada a Lindos con me invitaron a la playa cerca del hostal: me tiré hacia allá.
Se colocaron en unas sillas de playa que son gratis a lo largo de que compras algo para comer en el establecimiento. Me comí un mantecado que supo a la del supermercado donde me arrancaron nueve euros de mi cuenta: qué pude hacer. Esta fue mi primera experiencia en una playa rocosa, una experiencia sensorial nuevo para mi pisando las piedritas que componen la orilla, la cual es una diferencia marcada a las playas arenosas porque la arena abosrbe el calor del sol y algunas veces es una experiencia incómoda. Lo malo de las playas rocosas son que cuando el oleaje es alto tira piedritas hacia tus piernas la cual puede doler un poco, pero nada para llamar la ambulancia o ir a emergencias. La playa queda en un lugar turístico: el distrito de hoteles de la ciudad de Rodas donde todas las tiendas solo venden licores y suvenires baratos que regalas a tus queridos, la cual no van a hacer nada con. Después de hacer un bocetito de la playa y descansar por unas cuantas horas, decidimos irnos a comer algo.
A las tres y media de la tarde le caímos algo para lugar de Souvlaki cerca del hostal, donde puedes conseguir diferentes carnes asadas similar a los pinchos en Puerto Rico, la cual te sirven o solo o en un pan de pita con vegetales. Y tzaziki. La comida estuvo buena, aunque uno de mis amigos tuvo un problema con el servicio por lo que seguían cogiendo su orden incorrecta. Ya a las cuatro y veinte era hora de despedirme de la gente maravillosa que conocí los pasados dos días y llegarle al puerto para coger el mismo barco que me llevó hacia Rodas, pero esta vez a Creta. Llamé un uber la cual costaba cinco pesos solamente, pero no había carros para llevarme al puerto en ese momento así que llamé al hostal para que me consiguieran un taxi. A las cuatro y media me recogió en taxi y en diez minutos ya estaba en el puerto: tuve que pagar once euros para el taxi, algo que no me isncribí.
El ferry estaba como usual, la misma experiencia que el ferry pasado solo que conseguí una silla en el lounge para poner mi mochila. Hize la rutina del ferry pasada en irme hacia la proa del barco para ver el mundo pasar mientras me llevaba en altamar hacia Creta. El olejae de este trámite fue mucho más fuerte que la pasada aunque fue la misma ruta de ir por Karpathos y Kassos, las olas estaban moviendo el barco de lado a lado donde me sentí un poco mareado pero nada para llevarme a una sala de emergencias. El viento por la noche es esforzó de tal manera que estaba halando muchas sillas hacia la reja de la proa, gracias a Dios que ninguna silla fue volando hacial el mar porque mucha gente incluyendome a mí las estaban velando. Cuando la proa se pudo un poco frío bajé hacia el louge y puse mi cabeza en la mesa durmiendo unas tres horas hasta que anunciaron que ya llegamos al puerto de Heraklio.
Era las cuatro de la mañana, y yo cansado quería llegarle al hostal, pero no quería pagar cien mil toletes para un taxi así que lo caminé. El centro de Heraklio a esa hora es bien calmada comparado con el mediodía, la cual pude pasar por las calles centrales sede de muchos templos y palazzos venezianas sin los bullicios que trae la industria del turismo y los cruceros, me transportó a mi viaje pasado donde me madrugé en Praga para tener la puente de Carlos todo para mí mismo. Llegué al hostal media hora después, donde ya comunicé con la recepción para tener mi cuarto listo porque el “check in” era el día anterior: me dieron el código y todo para entrar a mi cuarto para después hacer lo resto por la mañana. Por lo menos llegué para darme un baño y echarme a dormir, pensé que iba a pasar la noche vagabundo. Ese próximo día va a ser uno lleno de cosas por hacer por lo que voy a explorar el pueblo de Heraklio y por la tarde visitar el famoso palacio de Knosos (y quizás beberme algo por la noche).
Oye, la proxima vez consigues un UBER… que bueno ya estes en puerto seguro, luego de ese mar picado👍
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