Díario de Viajes: Día 36
Día 36: Mi visita a Lindos
7/9/2025
Me levanté tempranito por lo que era el tiempo que pusimos para rentar el carro y ir hacia el pueblo mágico de Lindos. Desayuné de mi compra del supermercado esperando a que las chicas de mi grupo ya estén listas para empezar el día. A las diez de la mañana caminamos hacia el rental de carros para pagar solo cuarenta euros para un carro con transmisión automática. En la oficina tuve que dar mi licencia al persona por lo que una amiga y yo decidimos coger turnos: el hombre de la oficina estaba impresionado con mi licencia de Puerto Rico, era el primer boricua que pasó por su rental, estoy al nivel de Albizu y Monica Puig.
Nos tocó un Volkswagen de los años noveinta, la cual tenía las ventanas mecánicas al frente, pero en los asientos de atrás solo podía bajar automáticamente con la palanquita. El aire acondicionado funcionaba pero no era suficiente para el carro entero, así que andamos con las ventajas abajo siendo espetado por la brisa de aire caliente. El carro entero términos de rapidéz no pasaba de los 60 millas por hora, probablemente para lo mejor, y cuando subía cuestas le daba trabajo por lo que cuando le dábamos al pedal completo solo iba como a 45 millas por hora. Escuchamos múscia mientras subíamos y bajabamos por las cuestas y los bosques de Rodas rural, la cual estaba bello por lo que hay muchas montañas áridas que dan hacia la costa.
Cuando le llegamos a un punto de vista para ver la ciudad de Lindos, vimos unos locales tratando de apagar un fuego que se formó de un arbusto, la cual tratamos de llamar los bomberos, pero ya cuando contestaron cogieron un estinguidor de un club de playa que quedaba al lado y apagaron el fuego. Teorizamos que era alguien que dejó un cigarillo. Al otro lado de ese arbusto pudimos admirar las vistas impresionantes del pueblo encantado de lindos, la cual sus casas pequeñas de estilo cicládico se albercan pacíficamente bajo el acrópolis antiguo, un templo dórico con muros de castillo que queda en la cima de un peñazo que también alberga varias cuevas y grotos: era un lugar de cuento de hada.
Después de hacer una comprita para tener meriendas llegamos a la bahía de San Pablo, una playa rocosa que queda bajo unos montes y peldaños, la cual nos mira con intimidad la acrópolis de Lindos. Entrando a la playa hay un pequeño ermitaño dedicado a San Pablo, la cual el famoso santo visitó a Lindos para predicar el evangelio. Se puede escuchar el campanario de la iglesia desde la playa, la cual da más encanto a la bahía. La playa queda bajo unos cafés que tienen sillas para comer o beberse algo, y hay terrazas con arena y plantas donde puedes poner tu silla de playa bajo la sobre y disfrutar de la atmósfera. En esa había hay varios lugares donde puedes nadar hacia, como varias rocas donde puedes descansar, un muelle viejo de donde se puede partir de, un groto grande que quería ver pero al fin del día no pude, y una roca donde la gente va a brincar. Ahí van varios botes pequeños y lanchas turísticas que te llevan por la bahía. Pasamos toda la tarde en ese lugar, la cual fue una de las mejores playas que he visitado solamente por la escenografía y el paisaje que te hace sentir como estás en un mito griego.
Cuando subimos decidimos ir al Acrópolis, la cual me tocó el turno para guíar, así que cogí la guía para llegarle al acrópolis, pero descubrimos que solo se podía alcanzar desde el pueblo la cual es una zona pedante, así que decidimos subir a un café que quedaba en las afueras del pueblo para tomarnos algo antes de comer. Me tomé un frappe que estaba de lo más bueno, pero a mi amiga le cobraron una limonada que decía que era natural pero en verdad era de polvito. Guíando por Rodas, me sentí como estaba guíando en Puerto Rico pero con las carreteras mejor mantenidas, por lo que guié por negocios y barrios que me recordó de muchas guíadas que he tuvido con mi familia. Después de ir por la carretera subimos por el campo para llegarle al pueblito de Psinthos para comer en una taverna griega.
La taverna Platia fue uno de los mejores restauranes que he comido durante mis viajes, por lo que los aperitivos y el plato de carnes estaba riquísimo, recomendando gravemente el arroz que supo igualito como la de mi abuela. La hospitalidad de los dueños del restaurán, la cual es de familia, fue de lo mejor que he experimentado en mi viaje por lo que la señora que nos sirvió fue extremádamente amable, por lo que nos sirvió con atención y nos dio un postre gratis, unos pedazos de melones la cual estuvo bien rico.
Después de una pequeña caminata por el pueblito llegamos al carro para guíar hacia el hostal. Guíar por el campo en la isla de Rodas fue bien bello por lo que era durante el atardecer donde vimos el sol caer mientras guíamos con las ventanas abajo por la carretera sinuosa del campo de montañas, árboles, y granjas antiguas. Ya siendo casi noche le llegamos a la ciudad de Rodas por la costa, donde fuimos por el malecón de la parte turística donde vimos el atardecer esconderse por las montañas de la costa de Turquía al otro lado del estrecho. Llegamos al rental una hora después de entrega a las nueve de la noche, la cual el hombre nos dijo que no nos preocupara porque estamos en vacaciones y que dejaríamos esas ansiedades de europeo norteña atrás: después de todo estamos trabajando en tiempo estándar mediterráneo.
En el hostal tuve que esperar media hora para que mi compañera de cuarto terminara de bañarse mientras daba erutos ruidosos y hablaba en voz alta, quien me tocó la puerta mientras bañaba aunque tardó media hora bañándose: una falta de consideración. Lo reporté al hostal después de que ella empezó a hacer ruido mientras dormía a las dos de la mañana, y cogía el control del aire condicionada para ella misma, apagándolo y prendiéndolo a su cuenta haciéndonod morir del calor mientras dormía. Esa úlima noche fue calmada por lo que quedé en el bar del hostal para tomarme un Aperol Spritz de descuento esa noche para después cacerle a un lugar de Gyros donde bebimos más vino hasta llegarle al hostal para dormir, donde pasó lo de la compañera de cuartos que tuve que reportar. El próximo día lo voy a coger tranquilo ya que a las cinco cogo un ferry que me va a dejar en Heraklio a las cuatro de la mañana.
Me encanto tu experiencia en Rodas pero se ve muy arido
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