Díario de Viajes: Día 28

 Día 28: Parque Olímpico de Atenas 

6/30/2025






    Mi primer día entero en Atenas, todavía no tenía un plan de qué hacer con los museos y las ruinas antiguas por lo que no conseguía un buen pase de museos, por lo que decidí explorar algo más cerca de nuestros tiempos: los estadios de las olimpiadas del 2004. Desde que era como diez o once años he visto las ruinas modernas de los estadios de pelota y softball en Helliniko, la cual me interesaba por el hecho de que gastaron billones y billones de dólares por un evento de dos semanas, de hecho, la ceremonia de apertura costó 38 millones de euros. Por esas prácticas insostenibles me interesa ver la decadencia urbana resultado de esos juegos y la crísis económica que lo siguió en Grecia.  Además, tuve una fase de Juegos Olímpicos cuando tenía diez años, de verdad no era los deportes, pero la cultura que los juegos creaba, como los logos, las mascotas, y más importantemente, las ceremonias de apertura y clausura que han creado grandes e impresionantes espectáculos por los años.





    Listo y emocionado por ver los estadios de Helliniko, comí desayuno en el café Andros donde me comí un pastelito de jamón y queso con un latte y chocolatina. Después de eso ya estaba en la estación de metro haciéndo el trámite de una hora para llegarle al parque abandonado. Me senté calmadamente en la silla del trén hasta llegarle a la estación final de la línea, la estación de Helliniko. Cuando subí hacia arriba, vi un sitio de construcción grandísimo, por lo que están construyendo nuevas viviendas y apartamentos donde quedaba el aerepuerto viejo de Helliniko, un vecindario nuevo que va a traer nueva vivienda a Atenas, aunque sea de lujo para oligarcas internacionales. Seguí caminando por el borde del sitio hasta llegarle a un vecindario que me llevara hacia los estadios. Caminé por las sombras de los árboles y edificios hasta llegarle a un depot de tranvías cerca del parque, pero cuando llegué allá, algo me estuvo raro. 





    Caminando por la calle que el google earth sale como la entrada a los diferentes estadios que eran anfitriones de diferentes eventos olímpicos, todo era tierra escavada con obreros en máquinas y vehículos de construcción creando cimientos para nuevos edificios. Eso es cuando percaté que mitad de los estadios abandonados fueron demolidos para crear el nuevo distrito de viviendas, y la otra mitad renovado como campos de soccer/futbol. Estaba frustrado pero también feliz porque decidieron hacer algo con ese lugar que ha estado abandonado por casi dos décadas, un símbolo de la austeridad que siguió los juegos del 2004 y la crisis del 2008. Ya entendido totalmente la situación en Helliniko, fui hacia el hostal para hacer compra en los supermercados cercanas y tomarme una ducha y buen descanso. Eso es cuando traté el Kefir,  una bebida de yogurt griego por la primera vez. Ya descansado, era hora de ir durante la hora dorada al parque olímpico moderno de Atenas. 





    Esta vez caminé hasta la estación de Attiki en vez de coger la línea roja hacia allá para coger la línea verda hacia la estación de Irini. Por lo que era hora punta de la tarde, el trén estaba lleno de gente llegando a sus casas desde el centro de la ciudad, pero ya cuando estaba llegando a mi destino el trén se estaba vaciando poco a poco. Ya llegado a la estación, baje por debajo de los rieles para llegarle al parque olímpico diseñado por Santiago Calatrava.





    Primero entré por el pórtico de metal blanca que rodea el parque, la cual tiene una liviandad y sofisticación característico de los edificios de Calatrava. Los arcos de líneas diagonales crean una sombra linda por la tarde, la cual te da un sentido de monumentalidad y elegancia cuando estás atravesando por ella. Al otro lado del pórtico debería de haber unos estanques de agua que sirvieran como escenografía para la porticada y para enfríar el área que tiene mucho concreto y asfalto, pero estaba drenado, no sé si estaba así por años o le están dando mantenimiento a ella. Ya cuando terminas de caminar por la porticada, ves al extremo final del parque el monumental estadio olímpico, la cual fue renovado para servir como la sede principal de los juegos olímpicos del 2004. 




    El estadio está localizado de tal manera que crea unos fondos y vistas escenográficas bien bellas, probablemente para enseñarse en la televisión antes y después de los comerciales. Cuando ves el estadio desde la porticada, crea una línea visual que te guía hacia la montaña del fondo usando las líneas curvadas del techo la cual están sostenido por dos grandes arcos, y como una escenografía de teatro, crea un fondo para el punto focal del estadio: el pebetero de la llama olímpica. El estadio es grandísimo, por lo que domina las vistas del parque entero con los arcos ya mencionados, que sostienen el techo. El techo y los arcos se anclan de cuatro bases que se encuentran en las esquinas del estadio donde empiezan los grandísimos tubos de los dos elementos que se separan para cumplir su función.  La escala del estadio desde cerca empezó a jugar con mi mente por lo que recordé de cuando veía la ceremonia de apertura cuando era niño en esa fase, y empezé a imaginarme de cómo era ver el sendo espectaculazo de alta tecnología que fue esa ceremonia en persona: mi cerebro empezó a hacer volteretas. 





    Desde el otro lado del estadio puedes ver el pebetero solita mirando hacia el resto del parque, donde te puedes imaginar ver la llama prendida frente al cielo azul mientras eventos de pista y campo se tomaban a cabo, la cual es un contraste interesante porque desde ese lado la llama sirve como un elemento individual, una escultura en exposición, pero en el otro lado, parte de un todo en una escenografía pictoresca. 





    El estado del parque olímpico en general está un poco deteriorado, por lo que en el estadio quitaron los vidrios que cubrían el techo.  Tuvieron que mantenerlo porque encontraron gran deterioro en la estrucutra, la cual se ve en la oxidación que está plagando mucho de los arcos y tuberías que hacen el techo del estadio. Esto también incluye el pebetero de la llama olímpica: en la parte de abajo ya hay oxidación, y el mecanismo que se usó para bajarlo en la ceremonia de apertura para encender la llama está hecho leña. El deterioro se puede ver también en la porticada del parque por lo que ya muchos de las vigas de la estructura extán oxidados de una manera grave, y hace un sonido cuando hay mucho viento. Esto es obviamente difícil de mantener por ser una arquitectura bien escultórica de alto mantenimiento, por lo que hay que prestarle grán atención al edificio y ponerle mucho dinero para cuidarlo, pero en la situación económica en Grecia en los pasados dos décadas, cómo se ha podido mantener en su estado original. Esto también tiene que ver con el arquitecto, por lo que Santiago Calatrava es famoso por diseñar edificios lindos que no duran: hay que encontrar un balance entre forma y función, la que se ha abandonado en favor de las idéas de los modernistas y postmodernistas que han buscado los extremos en vez del punto medio que se ha predicado en la arquitectura clásica. 





    Mi última parada fue el velodromo también diseñado por Calatrava, la cual es bien elegante por lo que es una forma de barco alargado sostenidos por dos otros arcos grandes con cables, la cual se forma hacia afuera, dando un elemento de fluidez. Este es probablemente el edificio que está mejor mantenido en el parque olímpico, por lo que no tiene tanto deterioro como los otros edificios. El parque olímpico de Atenas es una combinación interesante de un parque que se usa para recreación y deportes que a la misma vez es un símbolo de la decadencia y vanidad de los eventos grandes basados en la cosmovisión de los años 2000, la cual en todo sector de la sociedad se puede ver insostenibilidad por el pensar que el dinero es infinito y que la paz y estabilidad es eterna en el fin de la historia. 





    Regresé al hostal a las ocho y media de la noche, donde cociné mi cena, costillitas de cordero en una montaña de guisantes. Gracias a Dios que comí algo saludable por lo que arriba en el bar del techo tomé una sidra de manzana alcohólica que me dejó el estómago devastado. Ahí hize dos nuevas amigas que me dejaron de rehén el resto de la noche para cantarles canciones de Bad Bunny y hacer coreografías del grupo coreano Blackpink: me informé del grupo por una amiga en Puerto Rico. Ya después de la pequeña fiesta en el bar de abajo en el hostal decidí comprar las taquillas del Acrópolis separadas, por lo que comprar las taquillas de museo separadas me va a salir lo mismo que los pases que son más turísticos, y quiero una experiencia de museos más auténtica. Mañana finalmente voy al lugar que sirve como base para la arquitectura occidental, ya sea clásica como moderna. 





    


    

Comments

  1. Q desperdicio esos elefantes… oh well por lo menos los vistes antes de q los derrumben👊

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