Díario de viaje: Día 7

 Día 7: La playa de Mondello

6/9/2025

    Me levanté a las ocho de la mañana para hacer ejercicios en el balcón del cuarto del hostal. Después de darme un bañito, y preparar todo para el día, bajé al patio central para comer desayuno con mis nuevos amigos. El desayuno del hostal no es tan variado, por lo que solo tienen guineos, unas galletitas, unos postres pre-pacados, leche, jugos, y un yogurt también pre-pacado. El día siguiente voy a comprar unos huevos en el supermercado para hervirlos. El hostal sirve café de polvo de supermercado, por la cual fui a un local al lado del supermercado, donde me tomé un capuchino con azúcar morena, uno de los mejores cafés que he tratado en mi vida. 

    Ya reunidos el grupo entero, fuimos al supermercado para comprar meriendas para comer en la playa. Me iba a comprar un pan grande con tomates y olivas, pero después decidí comprarme una bolsa de maníes, y una bola de mozzarella que tenía veinte gramos de proteína, probablemente inyectado con “whey” o creatina. Ya con nuestras meriendas en mano, fuimos de rumbo al estación de autobús, en donde compramos nuestros boletos y esperamos pacientemente para que el vehículo llegara. El primer bus no fue tan malo, por lo que teníamos suficiente espacio, pero la segunda, por la popularidad de la playa en cuestión, se sentía como el club Brava en Isla Verde a las una de la mañana un buen viernes. 

    Ensalchichados en el autobús, ya llegamos al destino que anhelábamos: la playa de Mondello. Mondello es una playa bién dramática, por lo que esta rodeado de dos montañas grandes: una al lado oeste que peldaña abajo hacia el pueblito que la playa coge su nombre de, en la cual un torre de castillo solemnemente mira hacia el mar en la orilla más extrema del pueblo. En el lado derecho, el monte Pellegrino sobresale orgullosamente con sus colinas y peldaños inmensos, desde la playa se puede ver unas paredes de retención rematados por crenelaciones, la cual tiene una carretera que sube la montaña. La playa no es como las de Puerto Rico, por lo que una larga sección está cerrada para sillas de playa en donde tienes que pagar unos cuentos euros para sentarse en ellas. Por eso caminamos hacia un cuarto distancia de la orilla, en donde después de varios minutos, encontramos un espacio para que todos nosotros pudimos asentarnos por el resto de la tarde. 

    Fué como un día de playa normal, donde descansamos bajo nuestras sombrillas, y bajo el sol por supuesto, comimos nuestras meriendas, incluyendo la bola de mozarrella con creatina, la cual botaba el líquido de queso como un volcán cuando se abría el paquete. Hasta nos congelamos en el agua de mediterráneo, la cual pensaba que iba a ser tan tivio como el agua de Puerto Rico, pero saliendo de él terminé sintiéndome como en Praga en enero en vez de una playa mediterránea. Todo esa tarde pude concer más a los compañeros del hostal, por lo que tuvimos muchas conversaciones, jugamos un juego de “chicken” en el agua, y hasta nadaron hasta la boya de la playa, aunque no le pude llegar porque me quedé corto de respiración por no nadar por tanto tiempo.

    Ya saliendo de la playa, un hombre en speedo seguía ligando a las chicas que estaban con nosotros, así que me fuí detrás de ellas, y empezé a estirar dismulando para esconder las muchachas de la vista del hombre. Hize el trámite entero hacia el hostal sin camisa puesta, por lo que ya tenía muchas cosas encima de mí y símplemente no me importaba un pepino de lo que los otros podrían decir de mí en ese momento. Ese hecho me sorprendió porque hacia dos o tres años, yo era un persona bien estricto con mi mismo, bien “upright” y seguía las reglas porque temía el rechazo y la isolación, pero ahora me siento bien relajado rodeado por los paisajes mediterráneas, y pensando nada sobre la percepción de nadie, sabiendo que nadie me va a hacer daño porque tengo en este momento una buena percepción de mí mismo. 

    Ya en la calle que va hacia el hostal, fuera del ensaschichamiento del autobús, decidimos salir a comer orita para darnos un pequeño descanso y ducha. Este día fue uno divertido por lo que se me olvidó cuán bueno puede ser un día de playa, especialmente en un lugar como Mondello, en donde la clima fue perfecta, estaba en buen compañía, y con una buena quemada de sol en los pies. 

Galería de fotos:
















Comments

  1. 👋 para donde vas manana? Quiero ver los productos q se venden en los supermercados, como la marca de los panes y la chatarra como Frito Lay si los empaques son diferentes o tienen alguna local, los chocolates… Alguna farmacia curiosidad de como son los emblemas de las pastas de diente.. digo, no tiene q ver con Arquitectura, pero me puedo entretener con snackies entre Museos y esculturas😁

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