Diario de viaje: Día 21

 Día 21: Valetta

6/23/2025





    El día anterior hize absolutamente nada. Lo único que hize fue tomarme una siesta en la piscina del hostal, y hablar con las otras personas que estaban quedándose ahí hasta las dos de la mañana. Puse alarma para las ocho de la mañana para comerme el desayuno gratis, pero por alguna razón el alarma no sonó, o mi sueño estaba demasiado profundo para escucharlo; levanté a las diez de la mañana y todo lo del desayuno ya estaba acabado: tuve que comprarme algo afuera. Caminé mis nuevas amigas del hostal hacia la parada de bus donde me despidí de ellas por lo que regresaban a casa ese día, y fui al supermercado Spar en Paceville para comprarme un sandwich de desayuno y un pastel de ricotta. 





    Después de comprar el desayuno fui a la parada de bus y cogí la 14 para llegar a Valetta. Tardó porque hubo mucho tapón por St. Julians y Sliema, y estaba prohibido comer en el bus, así que te puedes imaginar que tenía un poco rencor causado por hambre; por lo menos las vistas de Valetta desde el otro lado de la bahía y las fortalezas en la entrada de la ciudad son impresionantes. Después de pasar por la primera línea de fortificaciones, pasamos por el barrio de Floriana, y en nada ya estábamos en el parque al frente de la entrada de Valetta. Me comí el desayuno con vista hacia la impresionante fuente de tritón, la cual es sufieciente potente para dejar nieblita para que uno se puede refrescar. 





    La entrada de Valetta es impresionante porque después de pasar por la plaza grande con las vistas fuente de tritón, llegas a la ciudad por un puente donde puedes ver el honrabeque antiguo de la ciudad, la cual es bien profundo y metículosamente diseñado. La puerta vieja de la ciudad ya no existe, por lo que fue remplazado por una intervención por Renzo Piano, quien también diseñó el edificio que alberga el parlamento maltés que queda jústamente a la entrada de la ciudad. El edificio dialoga con su contexto por atarse a las proporciones de los edificios adyacentes, y por su material de fachada, la piedra local que se usó para contstruir mucha de la fábrica urbana en el país. Quizás lo más impresionante es la mampara que crea para proteger las ventanas del edificio, usando bloques cuadrados que pone en ciérto ángulo para alojar del sol, también crea un patrón que juega con la apariencia del edificio dependiendo del ángulo que lo ves. 




    La calle de la República es la calle principal de la ciudad donde le puedes llegar a todos los monumentos importantes de Valetta, y por esa razón, bien lleno de gente a casi todas horas del día. Caminando por el mar de personas que decidieron hacer la misma cosa que yo (visitar Valetta), llegué al segundo sitio de importancia que vi hoy: La co-catedral de San Juan. Solo la vi por afuera, ya que hubo fila para entrar, y quería visitar otros lugares primero, así que lo dejé para otro día. Es una iglesia barocca bastante erudita, por lo que usa los diferentes elementos cuidadosamente donde los ornamentos no sobrepasa la forma del edificio, aunque en el interior el cuento es otra cosa. Es interesante porque es una iglesia bastante tradicional y simple por afuera, ya que no tiene forma de cruz latina y aparte de muchas de las igleisas en Malta que dominan el paisaje, no tiene cúpula. 





    Cuando vayas más abajo pasando por la plaza de San Jorge y el palacio del Grán Maestro, a la calle principal se pone más calmado en términos de bullicios, y vas a encontrar empinas donde las aceras se convierten en escaleras. Ya este lugar es menos turístico y puedes ver cómo se ve Valetta normal. Ya al fin del monte donde reside la ciudad, me encontré en la fuerte de San Elmo, donde empezó la ciudad de Valetta. La ciudad fue fundado tras la fuerte por lo que después de que los caballeros de Malta sobrevivieron un asedio otomano en el 1586, mecesitaban mejor protección de invasores para su capital, por la que decidieron fundar Valetta al lado de la única fortificación que pudo repeler el ataque turco. 






  Yo pagué el Malta heritage pass por precio de estudiante (45 euros) la cual me deja entrar en una gran variedad de museos en el país entero en un periodo de treinta días.  Esta fortificación renacentista tiene mucha historia, por lo que pasó por todos los asedios importantes en la historia de Malta, y vio el cambio de ocupación desde los caballeros de San Juan a los franceses, y después los británicos, que usaron a Malta como una base naval importante en la segunda guerra mundial, y por eso sufrió muchos ataques aéreos de los alemanes. Las diferentes exhibiciones del museo de la fuerte de camina por las diferentes eras históricas del fuerte, donde te explica los diferentes asedios en buen detalle, y te da una perspectiva de la historia de Malta en relación con eventos importantes de la historia europea tales como el comienzo de la era de exploración y la asención de poder de líderes como Carlos V y Napoleón. 





    Desde la fortaleza de San Elmo hay vistas impresionantes del mar mediterráneo, donde puedes ver las fortificaciones de los dos lados de la bahía, tales como las fuertes de Ricasoli y San Angelo en el lado este, y la fuerte de la isla Manoel en la parte oeste, más vistas de las diferentes ciudades que forman la área metropolitana de Valetta. Desde la fuerte de San Elmo, caminé por la Calle Mediterráneo hacia el baluarte de San Cristobal, la cual contiene un parque lleno de árboles frondosos y palmas donde bajo unos arcos decorativos, puedes ver buenas vistas de la ciudad de Birgu al otro lado de la bahía, donde te puedes tomar buenas fotos si eso es lo que te gusta. 





    Ya visto esos dos sitios, fui caminando por las calles con hambre, viendo lo que iba a comer. Viendo los reviews de Google maps, vi que el café Strada Merkanti era buen lugar para comer, donde fui a descansar un poco de la caminata, trasladar los fotos de mi cámara a mi teléfono, y comerme una ftira de atún con olivas y queso, la cual estuvo bien sólido para ser un lugar medio turístico donde vendían pizzas y pastas. Algo me dice que la gente piensa que 
Malta es parte de Italia, viendo de todos los restauranes sicilianos y lugares donde venden Aperol Spritz. Me iba a beber algo pero decidí que me iba seco ese día porque ya estaba bebiendo todos los días, pero no en cantidades exageradas. 





    Con mi barriga sostenida, visité el último sitio del día, el palacio del Gran Maestro, la cual entré usando el heritage pass que use para el fuerte. El palacio del Gran Maestro es tan viejo como la ciudad, por lo que se construyó en el siglo XVII y pasó por muchas expansiones y cambios a manos de los caballeros mismos y los británicos. Partes del palacio fueron destruídos durante la segunda guerra mundial, por lo que muchos de los cuartos son restaurados de pieza a pieza, y probablemente no se ven como los cuartos originales. El palacio tambiés es un lugar famoso de diplomacia por lo que fue anfitrión de reuniones por Bush padre y Gorbachev en el fín de la guerra fría, donde acordaron que era tiempo para terminar la orden mundial dividido por el socialismo y capitalismo. En el primer piso tienen exhibiciones que te explican brevemente de la historia del palacio, la cual es otro lugar que te enseña la historia de Malta. 





    El segundo piso del palacio tiene dos cosas que valen la pena ver. Primero te pasan por la armería de los caballeros de Malta, donde exhiben variaz piezas de ropa militar de los tiempos medievales, el siglo XVI y XVII. Puedes ver con que armaduras lucharon los malteses y los otomanos en los grandes asedios del siglo XVI, y tienen armas de fuego de la era moderna temprana, la cual puedes ver la evolución de armas basados en arco y flecha a armas basados en la pólvora. La armería también tiene muchos retratos de los Grán Maestros de Malta, la cual está situado el retrato de Jean Parisot de Vallette, la persona que la ciudad se llama por. 





    Después de la armería entras por el corredor del palacio que rodea el patio central, la cual está ornamentado de frescos por todos lados. Los frescos del techo representa elementos ornamentales, princiaplmente trampantojos arquitectónicas como grandes cúpulas, y portales a arcos de fachadas clásicas con cielos azules como fondo. Desde los paredes puedes ver pintado diferentes ciudades y palacios de Malta en la época en que se construyó el palacio, y pinturas de diferentes batallas navales que participaron los caballeros. Los cuartos del palacio son bien lindos, por lo que puedes ver pintado arriba frescos de diferentes eventos importantes de los caballeros, tales como la expulsión de Rodas por los otomanos, la consesión de Malta por el emperador Carlos V, y el asedio famoso del 1565. También puedes ver pintado diferentes personificaciones alegóricas de diferentes valores que enfatizan los caballeros, la cual a mi sorpresa la letra estaba escrito en español, la cual hace sentido porque muchos de los Grandes Maestros de Malta eran españoles. 





    Ya satisfecho con mi visita a los dos museos que quería ver, fui caminando atrás hacia la puerta de la ciudad para coger el bús otravez hacia mi hostal el St. Julians. Aunque bastante lleno, pude coger un asiento y ver el pasiaje de la ciudad hacia caerle a la calle Reggie Miller, la cual caminé hacia el hostal. Esta noche fue calmada comparado a las otras dos noches de mi estadía en Malta, por lo que quedé en el hostal cocinando lo que quedaba de mi compra del primer día, y disfruté de la noche de la piscina donde hable con las otras personas en el hostal. Fuimos al Spar cinco minutos del hostal para comprar bebidas, pero como prometí a mi mismo que me iba seco ese día, compré mi sagrado Cacaolat, una chocolatina catalana que probablemente lo venden en Malta por la presencia grande de turistas españoles. Estaba despierto hasta las dos de la mañana. 





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